Una dieta vegana, basada en alimentos de origen vegetal, presenta una serie de ventajas frente a una dieta basada en productos de origen animal.
Beneficios para la salud: Las proteínas vegetales suelen ser más ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales que las proteínas animales. Esto puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas.
Mejora en la digestión: Las proteínas vegetales suelen ser más fáciles de digerir que las proteínas animales y rara vez causan problemas digestivos como estreñimiento, hinchazón o acidez estomacal.
Sostenibilidad: La producción de proteínas de origen animal requiere una cantidad significativa de recursos, incluyendo agua y alimento, y genera altas emisiones de gases de efecto invernadero. Las proteínas vegetales pueden obtenerse de fuentes más sostenibles, como legumbres, frutos secos y semillas, lo que las convierte en una opción más respetuosa con el medio ambiente.
Bienestar animal: Las proteínas de origen animal a menudo implican la explotación de animales, lo que resulta en un alto grado de sufrimiento y abuso animal en la industria alimentaria. Una dieta basada en plantas contribuye a mejorar el bienestar animal y reducir el sufrimiento de los animales.
Versatilidad: Las fuentes de proteínas veganas ofrecen una amplia variedad de opciones, como legumbres, soja, frutos secos, semillas, cereales y más. Esto brinda a las personas una mayor flexibilidad para crear sus comidas, permitiéndoles disfrutar de diferentes sabores y texturas.